Ahora también en twitter!

viernes, 19 de octubre de 2012

MARSHALL MCLUHAN



McLuhan nació en 1911 en Edmonton, Alberta (Canadá) y murió en 1980 en Toronto. Después de estudiar ingeniería, se decantó por la literatura, disciplina que estudió en la Universidad de Manitoba, y se doctoró en Cambridge, Inglaterra, en 1943, con una tesis sobre la poesía inglesa en la época isabelina. Enseñó en varias universidades de Estados Unidos y Canadá, pero especialmente en el Saint Michael’s College, de la Universidad de Toronto. De entre sus numerosas obras, fueron La Galaxia Gutenberg y Comprender los medios de comunicación las que le proporcionaron fama internacional a partir de la segunda mitad de los años sesenta. De su biografía, resulta interesante resaltar un par de aspectos. El primero es que resulta difícil situar a McLuhan dentro del panorama de las ciencias sociales, aun cuando, como es natural, estuvo sometido a varias influencias. Por ejemplo, conocemos la relación que mantuvo con Harold Innis, uno de los fundadores de los estudios de comunicación. Por otro lado, puede parecer extraño, pero algunos aspectos de su obra concuerdan con la de Herbert Marcuse, de quien, probablemente, debió recibir alguna influencia, si bien el marxismo, fundamental en el pensamiento del sociólogo crítico alemán, está totalmente ausente de la de McLuhan. El segundo aspecto que vale la pena destacar es que era un buen conocedor de la literatura inglesa y que la enseñó en varias universidades de Canadá y Estados Unidos. Quizá fue precisamente su bagaje de conocimientos literarios lo que le ayudó a comprender que estaba viviendo el final de una época cultural gobernada por la textualidad. El hecho es que McLuhan fue uno de los primeros autores, aunque el primero, que se dio cuenta del cambio cultural que suponía la existencia de los nuevos medios audiovisuales. Sus afirmaciones, a veces provocadoras, a veces crípticas, originaron adhesiones entusiastas y férreas críticas. Hoy en día, veinticinco años después de su muerte, después de que su obra se pusiera de moda y de que haya permanecido en un olvido relativo en los últimos tiempos, parece que estamos en condiciones de leerla desapasionadamente, juzgándola con el distanciamiento que proporciona el paso  del tiempo.                                                                                                                                                                                                                               

No hay comentarios:

Publicar un comentario